Conexión vital entre cuerpo y mente: La Psicoterapia Somática del Desarrollo

“El cuerpo sabe cosas que la mente todavía no entiende”. Antonio Damasio

Si observas las huellas, verás que ninguna es igual a otra. Tu parte emocional, junto con tus características corporales y de movimiento, forman parte de esa singularidad.

Así como las huellas y el recorrido, no existe una terapia universal que funcione para todos. Si has intentado resolver algunas situaciones por ti mismo y aún no has encontrado la mejor ruta, la Psicoterapia Somática del Desarrollo puede ser la orientación que necesitas.

¿Qué es la Psicoterapia Somática del Desarrollo?

La Psicoterapia Somática del Desarrollo es un enfoque profesional, psicobiológico, enmarcado en la psicología Gestalt, que integra la infancia hasta la adultez, abarcando el  desarrollo neuromotor (movimiento) y las relaciones de crianza (el entorno).

Va más allá de la narración de hechos, buscando descubrir la subjetividad de los eventos, y permite comprender la experiencia en el cuerpo. Se basa en técnicas de educación somática y también combina elementos de neurobiología, fisiología del desarrollo, rehabilitación respiratoria, danza y yoga (no vas a hacer yoga, ni rehabilitación física). Incorpora las reacciones fisiológicas de tu cuerpo ante el estrés emocional y el trauma.

En esta modalidad terapéutica se da atención a los pensamientos, creencias y emociones, pero también a las sensaciones corporales y las respuestas de movimiento que conectan el discurso oral con el discurso gestual y sentido.

¿Por qué hablamos del desarrollo en esta psicoterapia?

Se habla del desarrollo porque se enmarca como una psicoterapia relacional para comprender quién eres, por qué tienes ciertas características y respondes de determinadas maneras a diferentes estímulos. Por qué tienes la huella que tienes.

Se la abarca como evolución de las relaciones con los otros y el entorno, y patrones que están a lo largo de la vida: tu huella somática de la infancia.  Se trabaja con tu sistema nervioso autónomo, tu huella neuromotora, y la transformación espontánea que surge del movimiento. 

Tu cuerpo, tu compás

Es importante decirte qué es el cuerpo y por qué es tan importante para la Psicoterapia Psicosomática del Desarrollo. Aquí, el cuerpo es el cuerpo vivido: siente, se emociona, se manifiesta, sufre y desea. Es decir, es el lugar donde ocurre nuestra historia de vida. Merleau Ponty dice: "el cuerpo no es algo que tengo o poseo, sino algo que radicalmente soy".

Por ejemplo, durante las sesiones en línea con una de mis pacientes, me di cuenta de que se quedaba sentada en el borde de su silla, sin usar el respaldar. Su tronco se inclinaba hacia adelante. A través de lo que narraba, más el abordaje de su cuerpo, pude notar cierta desconfianza, el no poder entregarse o relajarse.

Conforme ella hablaba de su vida, era evidente que los adultos con los que creció eran extremadamente exigentes, la empujaban siempre a hacer más de lo que ella hubiera querido. Cuando le pedí que sintiera su espalda y lo que tenía detrás en ese momento, se despertó una curiosidad por la distancia que existía con respaldo de la silla. Le pedí que intentara moverse hacia delante o hacia atrás, entrar y salir para sentir el apoyo de la silla.

Este trabajo le permitió descubrir que a veces puede contar con ese apoyo y otras veces no. Las relaciones funcionan de manera similar: algunas nos brindan respaldo, otras son inestables, y algunas son más parecidas a taburetes duros. Su cuerpo pudo convertirse en su compás.

El lenguaje es mucho más que la palabra

Hoy en día, sabemos que la terapia verbal por sí sola no basta; la evidencia científica lo corrobora. Hablar y entender el problema no alivia la angustia. No es suficiente.

Este es uno de los mayores respaldos científicos de la Psicoterapia Somática del Desarrollo (PSD). Por eso, el cuerpo es tan importante, ya que nos proporciona otra herramienta para aliviar, procesar y sanar.